AUTÓMATAS
AUTÓMATAS
En las olas del modernismo global,
algunas almas naufragan.Se quiebran los remos de algunos
quue, junto a su cayuco de madera caduca,
luchan con las furiosas olas;mientas, otros en botes y yates, abrigados
navegan hacia nuevos puertos.
Hoy los dígitos encriptan nuestras mentes,
el brillo de la luz, la síntesis global
a los que fueron temperantes.
Los glúcidos “pasados” enroscan los dientes
de aquellas máquinas que reciben
el producto residual, debido a los costes.
La vida nunca regala divisas,
no le da sonrisas al humano más rendido.No hay sobornos presuntuosos
que hagan retráctil al verdugo más temido.
Las ondas de la globalización braman,
colapsan las nítidas placas protectoras
que a la mente humana daban aliento.
Competencia perfecta, monopolio,
ecosistemas innovadores...
Redes tejidas con fibras intangibles
configuran las plataformas,
conectan los raíles en los que viaja el tren velocistadel que muchos perdieron ya de vista.
La burocracia desde su oficina,
observa los trámites y pactos alterables.
Los protocolos marcan la secuencia,
se dilatan las pupilas si en un punto se
falla el orden del día.
Corrientes subalternas, prótesis capilar,
extracciones, implantes y estéticas
para reemplazar las piezas del fabricante.
Un lujo que no todo autómata puede darse;
siendo el único plan,
vender las piezas útiles que de ellos quede.
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